martes, 21 de octubre de 2008

Paavo Nurmi, el mejor atleta olímpico de la historia



La ciudad belga de Amberes se preparaba para acoger los quintos Juegos Olímpicos de la era moderna. Se trataba de un premio al sufrimiento belga en la Gran Guerra. En este contexto va a entrar en escena el que ha sido durante 88 años el mejor deportista olímpico de la historia, sólo superado por la sobrenatural aparición en Pekín del nadador de Baltimore, Michael Phelps, además de la gimnasta ucraniana Larisa Latynina. Comenzaba en 1920 una década marcada por la entrada en escena de atletas finlandeses,más conocidos como Flying Finns. Ellos serían los reyes del fondo y medio fondo durante algo más de una década. Uno de ellos, Paavo Nurmi, era un joven de 23 años de Turku, de zancada regular y que corría siempre con un cronómetro en mano. Sabía que si seguía sus tiempos de entrenamiento nadie sería capaz de batirle. Y así sucedió en tres disciplinas: 10000 m, cross country y cross country por equipos. Sólo en los 5000 sería superado por otro exponente de esta gran generación finlandesa, Hannes Kolehmainen. Además de estas cuatro medallas, que le convertían hasta la fecha en el deportista con más metales olímpicos, contribuyó para que Finlandia se aupara en el cuarto lugar del medallero.

Cuatro años más tarde Nurmi volvía a tener otra cita con la historia. París recibía unos Juegos Olímpicos veinticuatro años después del desastre de 1900. Unas olimpiadas en las que Paavo Nurmi confirmó su dominio en el medio fondo. No sólo igualo su participación anterior sino que la superó llevándose nada menos que cinco medallas de oro. Pero la cosa no queda ahí, sino que el 10 de junio de 1924 estaban programadas las finales de 5000 m y 1500 m con poco menos de una hora de diferencia. Nurmi lo sabía, se había entrenado para ello y consiguió su objetivo con sendos records del mundo sobre la pista parisina de Colombes. Había ganado asombrando al mundo. Tanto es el mérito que ningún atleta consiguió emular a Nurmi ganado el oro en estas dos especialidades hasta hace tan sólo cuatro años, cuando el marroquí Hicham El Guerrouj tras vencer en Atenas en su especialidad del 1500 m y logró imponerse a Bekele en el 5000 m. Asimismo, se colgó por primera vez el oro en los 3000 y revalidó su título en las dos carreras del cross country. A pesar de ser el rey indiscutible de estos juegos, algunos pusieron en duda su renuncia a participar en los 10000 m, prueba que había ganado cuatro años antes. Nurmi había argumentado una no participación por decisión técnica, pero la rumorología de la época apuntaba a que se era al actual recordman de la especialidad, el finlandés y su máximo rival a partir de ahora, Wille Vitola el que le generaba dudas. Nurmi lo sabía y quizás por eso prefirió concentrarse en otras disciplinas en las que no tuvo rival. Mientras tanto Vitola sucedería a Nurmi en los 10000 m estableciendo a su vez un nuevo record mundial. Así pues, Paavo Nurmi salía más que reafirmado y fortalecido de los que serían sus mejores juegos.

Sin embargo, sus miras no habían acabado. En 1925 se trasladó a EE.UU. donde emprendió una gira en la que únicamente cayó derrotado en tan sólo una carrera. Triunfo tras triunfo prosiguió así su exitosa carrera. Pero de nuevo su cita más esperada serían los Juegos Olímpicos de 1928, esta vez en Ámsterdam. El "fines volador" quería ganar el 10000 m. Quería resarcirse de la cita de Paris venciendo a su máximo adversario, como no, su compatriota Ritola. Y volvió a alcanzar su objetivo. Consiguió reconquistar el cetro perdido ganándole holgadamente. Se había quitado su única espina clavada. Este sería a la postre su único oro de los juegos. No logró revalidar sus títulos de 3000 m y 5000 m, siendo derrotado en esta última por el único que podía hacerlo, Wille Ritola. Para Nurmi desde luego fue una decepción, pero es indudable que en Ámsterdam con estas tres nuevas medallas había alcanzado los 11 metales. Un hito al alcance de muy pocos: Paavo Nurmi, Larisa Latynina y Michael Phelps.

A partir de aquí las apariciones del "fines volador" fueron escasas. Tras los juegos emprendió otra gira por EE.UU. en la que cobró algo de dinero. Esto tuvo consecuencias: su no participación en los juegos de Los Ángeles de 1932 por ser considerado deportista profesional, algo que no permitía el reglamento. Así, dejó las pistas de atletismo para retomarlas en 1952. Eran sus juegos, en su país. La ciudad de Helsinki acogió los XII de la era moderna y Paavo Nurmi, como deportista más grande que había surgido del país escandinavo, fue el escogido para encender el pebetero olímpico. Un homenaje de masas para este héroe nacional.

En 1973 recibiría su último adiós en un funeral de estado. La llama de Nurmi se apagó un 2 de octubre de 1973. El mejor atleta olímpico de la historia paraba su cronometro.

Bibliografía utilizada:

http://sp.beijing2008.cn/spirit/pastgames/halloffame/n/n214378458.shtml

http://www.elmundo.es/elmundodeporte/especiales/2008/08/jjoo2008/viejas_glorias/atletismo/nurmi.html

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/nurmi.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Paavo_Nurmi


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