martes, 23 de diciembre de 2008

Raúl, el Gran Capitán








El 29 de octubre de 1994, Jorge Valdano, el entonces técnico del Real Madrid, daba entrada en el campo a un joven chaval de la cantera blanca. Muy pronto se iba a hacer un fijo en las convocatorias del primer equipo e iba a eclipsar al hasta la fecha gran figura en la delantera blanca: Emilio Butragueño. De hecho en el siguiente partido, el derbi contra su club de formación, el Atlético de Madrid, va a poner en pie al coliseo blanco. Marca un golazo, da otro y provoca un penalti. El `7´ de Butragueño iba a pasar a manos de la nueva perla del Real Madrid, Raúl González Blanco. Un futbolista al que no le va a pesar el llevar el peso de suplir a todo un icono blanco como era el buitre. Tanto es así, que a día de hoy está a tan sólo tres goles de alcanzar a toda un leyenda blanca como Alfredo Di Stefano convirtiéndose así en el máximo goleador de la historia blanca. Un posible hecho que acompañaría a los ya conseguidos como son el de máximo goleador de la historia de España con 44 goles y de la Liga de Campeones con 64 goles.

El Gran Capitán del actual Real Madrid nació un 27 de junio de 1977. Desde los 13 recala en las categorías inferiores del club del que su padre era gran aficionado, el Atlético de Madrid. Sin embargo, dos años después pasa al eterno rival alegando, los colchoneros, problemas económicos. Así, en 1994 debuta en primera división y comienza su fulgurante carrera. Pronto se va a convertir en un fijo en el once del equipo que ese año conseguiría el título liguero y ya en su segunda temporada va a anotar 19 dianas en liga, hecho que no le va a servir para ser uno de los elegidos por Javier Clemente para disputar la Eurocopa de Inglaterra en 1996. De todas formas, Raúl contaba tan sólo con 19 años y sabría que oportunidades no le iban a faltar. En la siguiente temporada y de la mano de Fabio Capello el Real Madrid se lleva el trofeo de la regularidad y en el que el joven jugador blanco anota 21 goles.

Llegamos a la temporada 97-98, un año marcado por la irregularidad blanca en el torneo de liga. Sin embargo, un hecho esperado y muy destacable se produce. Se trata de la consecución de la ansiada "séptima". El 20 de mayo en el Amsterdam Arena el Real Madrid ganaba por 1 gol a cero a la Juventus con el famoso gol del montenegrino Mijatovic. El esperado título regresaba a la ciudad del Manzanares 32 años después.

Tras estos días de celebración, Javier Clemente daba su lista de convocados para el Mundial de Francia. Esta vez no había dudas. Raúl ya era un fijo para el de Barakaldo y con él en el once se presentó España en su debut ante Nigeria, con la cual cayó por 3-2 con un magistral zurdazo de Raúl en el minuto 47. Tras este traspiés había que intentar enmendarlo, pero no pudo ser. Raúl en su primera gran cita con la selección se iba para casa a las primeras de cambio.

Sin embargo, el`7´ no iba a tardar en desquitarse del mal trago. El 1 de diciembre se disputa en Tokio la copa Intercontinental ante el Vasco de Gama, donde Raúl consigue uno de esos goles que no se olvidan en la retina de los aficionados al fútbol. Baja la pelota con un magistral control de zurda tras un pase en diagonal de Seedorf, sienta a un defensa, recorta al segundo y bate al portero con la diestra. Suponía el definitivo 2-1 que daba la tercera Intercontinental a las vitrinas blancas. En esta temporada Raúl conseguiría, asimismo, su primer galardón individual, el trofeo Pichichi debido a los 25 goles anotados en liga. Desde luego se había resarcido del desastre mundialista.




Raúl González va a seguir adquiriendo títulos para la parroquía blanca. Así, de nuevo, se va a encontrar ante su segunda final en Liga de Campeones. El escenario del partido sería París, donde el Real Madrid, no quería que se le escapará el galardón de ser el mejor club del siglo, a pocos meses de que se acabara. De esta forma, el Real Madrid no dejó escapar su octava Copa de Europa y se impuso en una final española al Valencia por 3-0. Era un 24 de mayo del 2000 y Raúl anotaba su primer gol en una final de estas características, con el que además se encumbraba como el máximo goleador de esa edición de la Champions con 10 goles.

De nuevo, y tras la consecución del título continental, el jugador madridista tenía que desplazarse a la concentración de la selección para disputar la Eurocopa de Bélgica y Holanda, que significaría su debut en la disputa de una fase final de naciones europeas. Sin embargo, nuevamente, el maleficio de la roja nos seguiría persiguiendo. El fatídico cruce de cuartos nos mandaba para casa. No obstante, esta vez, Raúl tuvo en sus botas la oportunidad de cambiar la historia. Transcurría el minuto 90 cuando Abelardo cayó en el área francesa y el mediático Colina señaló los once metros. Era la oportunidad de igualar el encuentro y trasladarlo a la prorroga. El lanzador habitual Mendieta había sido sustituido y el que se enfrentó con la posibilidad de alcanzar las semis fue la figura española. Sin embargo, falló. Empalmó el balón a las nubes y de nuevo los sueños de tantos españoles en balde. A pesar del falló, solo el coraje y la determinación para lanzar este penalti tan crucial, es para dar cuenta de su liderazgo. Como Maradona, Baggio, Beckham, Shevchencko o Cristiano Ronaldo, Raúl también amarró. Quizás este fallo le pudo alejar del Balón de Oro, un galardón que ha merecido durante toda su carrera. Tras el partido Raúl declaraba: "He llorado porque lo tenía dentro y lo necesitaba para desahogarme". Sin embargo, Raúl tenía entonces 22 años y este hecho no debía pasarle factura. Otros logros le esperaban: "Llevaba mucho tiempo esperando este momento. Las oportunidades pasan y hay que aprovecharlas. Hoy se ha escapado una, pero habrá más." Se lamentaba un esperanzado Raúl.
Dos fases finales con España y dos varapalos, aunque aún llegarían más. No cabe duda de que el aficionado de España era un sufridor por naturaleza, aunque cosa distinta ocurría en el terreno de clubes. El Real Madrid, de la mano de Raúl, que consiguió su segundo pichichi, conquistó la Liga 2000/01, y al año siguiente agrandó su leyenda estableciéndose como el club dominador del viejo continente: tres Champions en cinco años. En la final de Glasgow, Raúl anotó el primer gol tras recibir un largo pase de banda de Roberto Carlos, aunque sería eclipsado por uno de esas figuras que marcan grandes goles en momentos decisivos. Estoy hablando de Zinedine Zidane con la famosa volea que daba ventaja a los blancas y establecía el que sería el definitivo 2-1. Y, por tercera vez, después de ganar el trofeo continental, vieje al Oriente para la disputa del Mundial. Y, como saben, no se esperen sorpresas: España cae en los cuartos de final en la aleatoria tanda de penaltis, en un partido en el que Raúl no pudo disputar por lesión. A partir de ahora, tras la retirada de la selección de Fernando Hierro, la capitanía pasaba a manos de Raúl, un jugador que como el nuevo seleccionador Saénz señalaba sería el encargado de tirar del carro, o dicho de otra forma, sería el ferrari español.

El equipo merengue de principios de siglo era el llamado de los galácticos: Figo, Roberto Carlos, Zidane y las inminentes llegadas de Ronaldo y Beckham, además del icono de la cantera blanca, Raúl. En 2003, un nuevo título, el que a la postre sería el último de la era galáctica. Era un equipo plagado de estrellas pero que a partir de la marcha de Del Bosque y Hierro se convirtió en una jaula con no fácil domador. Por primera vez, el Gran Capitán, aparecía como el estandarte de la plantilla madridista. Sin embargo y arrastrado por las malas épocas en las que iba a transcurrir su equipo del alma, el `7´ iba a bajar en su rendimiento. De forma progresiva van a irse acumulando las críticas contra el capitán madridista. Los aficionados estaban demasiado mal acostumbrados a su espectacular rendimiento que este bajón significará la llegada de multiplicidad de críticas. Sin embargo, un dato a anotar es que tanto Queiroz, como Remón, Luxemburgo, López Caro y los dos últimos Capello y Shuster no han dejado de confiar en él. Es evidente que esto no está ligado a la subjetividad de cada entrenador.

Volviendo al tema de la selección, Raúl acudió a Euro de 2004 en Portugal en la que fuimos eliminados en primera ronda y al Mundial de Alemania en las que caímos, de nuevo, frente a la selección gala. Los rumores de este último mundial con respecto a la mala relación del seleccionador Aragones con respecto a los pesos pesados del vestuario van a provocar, que tras el Mundial, el, hasta entonces capitán de la roja, no se vuelva a enfundar dicha equipación.

A partir del 2006 se centrará únicamente en su club para intentar sacarlo de la sequía de cinco temporadas en las que se había visto inmerso. Con Capello, el Madrid vuelve conseguir la Liga tras concluir la era galáctica, aunque el Gran Capitán seguía en el punto de mira. Desde luego no era el de antes, pero su contribución para cada entrenador continuaba. Tendría que ser al año siguiente cuando, ya con 30 años, volviera por su fueros. La temporada 2007/o8 vuelve a sus registros anteriores consiguiendo 23 tres goles que ayudan a conseguir la Liga, aunque no resultan suficientes para que Luis Aragones confíe en él entre los elegidos para la Eurocopa de Austria y Suiza. El seleccionador tenía configurado su grupo con el que conseguiría algo inaudito: ser campeones de Europa, lo que serviría como caldo de cultivo para que algunos oportunistas criticarán y pusieran en el ojo del huracán al Gran Capitán. Un Raúl, que va a permanecer ajeno a todo tipo de polémicas y va a seguir a lo suyo, que es marcar goles. Esta temporada, por ahora, lleva 12 y un promedio goleador solo superado por los dos años del pichichi. Desde luego, donde el `7´habla es en el campo, y ahí los números son abrumadores. Si es cierto que su velocidad no es la de antes, pero su olfato y oportunismo para estar en el lugar adecuado permanece inalterable. Por ahora, es una referencia en el ataque blanco y sigue pulverizando todos los registros ¿quién sabe hasta donde llegará? y, ¿si volverá algún día a enfundarse la roja?, porque las palabras de ayer, 23 de diciembre, del seleccionador son elocuentes: "Raúl puede volver en cualquier momento."
Bibliografía utilizada:

1 comentario:

Álvaro Hernández Blanco dijo...

eeeeh pedro!!!! es volea, no bolea.... un abrazo!